miércoles, 8 de junio de 2016

Pillar un catarro en el espacio es realmente peligroso

La vida en el espacio es un incordio para los astronautas. A las incomodidades de vivir en una pequeña nave y no poder ducharse o dormir en una cama, hay que añadir el problema de la casi ausencia de gravedad y el exceso de radiación. El problema es que a pesar de lo incómodo y extremo que es para los astronautas, el espacio puede ser el hogar idóneo para las bacterias y hongos terrestres que sean capaces de adaptarse a esas duras condiciones. A causa de esto, surge un problema añadido. Los microbios que en la Tierra son inofensivos pueden convertirse en un auténtico problema cuando en frente tienen a un astronauta con un sistema inmune muy deprimido.En anteriores ocasiones, ya se detectaron la presencia de bacterias del grupo de las «corinebacterias», causantes de infecciones respiratorias, o «propionibacterias», responsables de la aparición del acné, y presentes en el aire filtrado y en bolsas de vacío.

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